VIDEO MANIFESTACION 6-D

lunes, 6 de febrero de 2012

En defensa de lo público contra especuladores y corruptos

Los políticos del régimen han convertido la mentira y el engaño en razón de Estado:
* Mienten cuando dicen que los recortes son necesarios para facilitar la salida de la crisis. Lo cierto es que esas medidas, además de condenar a 5,3 millones de trabajadores al paro, a 11 millones de ciudadanos a la pobreza y poner en venta nuestros derechos sociales y políticos, nos hunden más en la crisis, porque recortan la inversión y rebajan el consumo.
* Mienten cuando afirman que no hay dinero para políticas sociales y de desarrollo económico. Lo cierto es que gastan miles de millones de euros en apoyar al sector financiero que mantiene cerrado el crédito a familias y pymes. El coste de las misiones militares en el extranjero (861 millones en 2.011); de las subvenciones a la jerarquía eclesiástica (10.000 millones anuales, según Europa Laica) o el empeño del Ayuntamiento de Madrid en presentar por tercera vez la candidatura para las Olimpiadas de 2.020, con el despilfarro innecesario que ello supondrá, son tres ejemplos de que una parte importante del gasto público se destina a políticas contrarias al interés general..
* Mienten cuando afirman que el Estado no encuentra ingresos para acometer los gastos necesarios para crear empleo y mejorar los servicios públicos, sin recurrir al endeudamiento: la evasión fiscal de las grandes fortunas, corporaciones empresariales y grandes empresas alcanzó, según los técnicos de Hacienda, los 42.711 millones de euros en el último año, lo que supone el 71,8% del fraude fiscal anual (una cantidad que permitiría cubrir ampliamente las necesidades financieras del Estado).
El Gobierno de la nación ha comprometido una reducción de 40.000 millones de euros en el gasto público de este año, lo que augura nuevos y más brutales recortes. Con la mayor chulería han dicho que aplicarán los planes de ajuste sin considerar sus dramáticas consecuencias para miles de familias.
Su política de estos dos últimos años ha probado que los gobiernos nacional y autonómicos están dispuestos a todo para asegurar los intereses de una minoría que es responsable de la crisis. A partir de ahora debemos mostrar, unidos, que estamos dispuestos a defender en la calle nuestros derechos y los de nuestros hijos, que la democracia es para los ciudadanos algo más que una palabra vacía, que no vamos a consentir que liquiden los derechos que tanto esfuerzo han costado.

En las calles del País Valenciano, de Cataluña, del País Vasco y otros lugares se ha expresado, como hoy en Madrid, un clamor ciudadano en defensa de los servicios públicos, de lo colectivo, del bien común. Es esta una lucha que debemos mantener en el tiempo porque nos enfrentamos a una ofensiva general contra los derechos ciudadanos y la democracia.
Debemos también ir tomando en consideración que no luchamos contra tal o cual politicastro mentiroso aislado, sino contra un sistema corrupto hasta la médula, dirigido por indeseables que se aprovechan y medran en la red de corruptelas que alcanza a todos los estamentos del Estado, empezando por la casa real, símbolo de un régimen que amenaza el futuro de todos.
Levantar frente a estos parásitos la unidad de las fuerzas de progreso y exigir una verdadera ruptura con un régimen que roba a los ciudadanos para beneficiar a una minoría de especuladores y parásitos, no es un objetivo más, sino la primera condición para asegurar la democracia y los derechos sociales.
Además de esta manifestación en defensa del empleo y los servicios públicos, va a haber (y debe haber) nuevas movilizaciones. Las organizaciones sindicales con el apoyo de todos los trabajadores deben coordinar las luchas en todo el Estado y extenderlas hasta transformarlas en una demostración de la fuerza de millones de ciudadanos que no estamos dispuesto a ser tratados como súbditos a los que se puede engañar repetidamente sin coste político alguno.

La Federación Republicanos está y estará junto a todos, en defensa de la democracia y del bien público y trabajando por construir la unidad por la República Democrática y Federal, porque creemos que esa es la mejor manera de garantizar que en el futuro sea la mayoría la que esté representada en las instituciones y no los mercados que hoy gobiernan.
Unidad para defender el empleo y los servicios públicos
Si la monarquía es de los mercados la Republica será del pueblo
Por la República Democrática y Federal

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